Filipinas

FILIPINAS


Una capital impactante llena de contrastes, preciosas terrazas de arroz al norte y playas paradisiacas escondidas en las miles de islas que forman el archipiélago, que hacen de Filipinas un destino ideal donde el turismo todavía no está masificado. Durante 4 siglos Filipinas fue una colonia española, desde 1521 a 1898, por lo que la cultura, la gente y la gastronomía del país tienen muchas similitudes con los países latinos. Es muy normal ver calles con nombres españoles, y muchas palabras filipinas son similares a su traducción en castellano, aun así, la gran mayoría de la población no habla castellano, idioma que ha sido sustituido por el inglés como segundo idioma oficial.



Itinerario recomendado:

Manila (4 días) – Banaue y Batad (4 días) – Corón (3 días) – El Nido (4 días)



Moneda: 60PHP = 1€

Visado: No se requiere

Presupuesto 17 días: 328,32€ = 19,31€ al día por persona (con vuelo Puerto Princesa – Manila incluido)

Vuelo desde Taiwán; 191,29€ (sólo ida)

Presupuesto medio por día por persona en habitación doble





Idioma: Filipino (Tagalo) e Inglés



Transporte: el transporte público interurbano es lento, las carreteras están en mal estado y los autobuses son antiguos, algunos demasiado.







Dentro de Manila, la gente local se mueve en;

- “jeepneys” o “yipni”: son antiguos jeeps militares del ejercito norteamericano, abiertos por la parte trasera y con dos bancos laterales, donde la gente se aprieta hasta los topes. Son muy barato (PhP7 por trayecto), aunque al principio es un poco complicado entender hacia donde se dirigen.

- “tuk-tuk”: el transporte por excelencia en Asia. Es un triciclo motorizado o a pedal, utilizado en trayectos cortos. Tiene muchos nombres, según el país, y el precio depende principalmente de tus habilidades negociadoras y del destino. Aún así, siempre pagarás más que una persona local.

- Bus: también hay autobuses grandes de línea, y el precio depende del trayecto (PhP10 aprox)

- Tren Metro elevado MTR: funciona realmente bien, y es muy práctico para trayectos largos dentro de la ciudad. Cuesta unos PhP12 aprox, aunque también depende del recorrido que se haga.





Dormir:

En Manila hay hoteles para todos los bolsillos; los más baratos cuestan unos PhP800 por una habitación con W.C bastante cutre en el movido barrio de Malate. En este barrio, bastante pobre, también hay hoteles de lujo.

En Banaue y en Batad, las opciones son más reducidas pero también más baratas; la habitación dobel cuesta unos PhP500 en Banaue y PhP200 en Batad. Son pueblos muy pequeños donde todos los alojamientos, disponen de pequeñas habitaciones limpias de madera con baño compartido. En Batad, lo más recomendable es escoger uno que tenga una buena terraza para disfrutar de las vistas.

En Corón, recomendamos Mommita’s Place (http://mommitaslodge.jimdo.com); una casa familiar con unas 5 habitaciones, con su dueña ‘Mommita’ encantadora. PhP500 la doble con baño compartido sin a/c. Hay muchos alojamientos en la zona, y los que están a pie de mar cuestan entre PhP600 y 1000.

En el Nido hay un montón de hotelitos con bungalows a pie de playa, muy acogedores, a partir de PhP600-1000. El más barato que encontramos fue “El Nido Plaza Inn”, pequeños bungalows con una cama de matrimonio, una mosquitera y una bombilla. Estaban en segunda línea de mar y lleno de familias filipinas. Pagábamos PhP400 la noche. Cerca de El Nido, siguiendo la carretera hacia el sur (unos 15-20 min caminando, 5 minutos en rickshaw), en Corong-Corong Bay, hay una zona de camping y algunos bungalows. A lo largo de la costa, más hacia el sur, hay auténticos resorts de lujo. Incluso se pueden ver resorts con bungalows en algunas de las pequeñas islas cercanas, a pocos kilómetros de distancia de la costa.

En Puerto Princesa dormimos en el hotel más cercano al aeropuerto que encontramos; “Amelie Pensionne” a 5 min caminando. Los precios eran fijos y no pudimos regatear: PhP500 individual, PhP650 doble + wc con ventilador y PhP1100 con a/c y TV.

Durante toda la estancia en Filipinas no tuvimos agua caliente, aunque con el calor que hacía no hacía se echaba de menos, ni siquiera por la mañana. El agua del mar estaba a 31grados y al sol estábamos a 40 grados.



Comida:

La comida filipina es un claro ejemplo de la diversidad cultural del país. Podemos encontrar influencias tanto de la cocina china y del sudeste asiático como de la española y la latina. El arroz es el alimento básico y suele acompañarse con carne o pescado. También hay que destacar el gran sabor de sus frutas; mango, piñas, coco y plátanos y evidentemente los batidos de frutas. Los restaurantes locales o tenderetes de la calle, ofrecen platos ya preparados, para comer allá mismo o para llevar. Las raciones son pequeñas, y suelen costar PhP50-40 y PhP10 la ración de arroz. Es fácil encontrar panaderias-pastelerías con un gran y exquisito surtido de bollería muy económico.

Algunos platos típicos son;

http://es.answers.yahoo.com/question/index?qid=20060804075109AApiK4C

- Adobo: plato de carne o pescado preparado con cebolla, ajo y pimienta. Precio aprox: 100PhP

- “-“silog: plato de carne servido sobre arroz blanco y un huevo frito. Cuesta unos PhP80 aprox (depende de la carne que sirven, su nombre empieza con una palabra u otra; “chop”silog=cerdo, “tap”silog= ternera …)



MANILA

El caótico barrio de Malate, un barrio pobre donde familias enteras viven en la calle, entre edificios sin restaurar y nudos de cables de electricidad que cuelgan de una ventana a otra, niños desnudos y cientos de rickshaws y jeepneys circulando por las calles. Por las noches decenas de pubs nocturnos abren sus puertas, atrayendo a todo tipo de gente.

El casco antiguo y Fort Santiago están muy bien conservados y es muy agradable pasear entre las calles adoquinadas, visitando edificios antiguos para hacerse una idea de cómo debía ser la ciudad durante la colonización española. También hay un museo en honor a José Rizal, héroe de la independencia filipina.

Los barrios de Quiapo, Sta.Cruz y Binondo, donde se encuentra un mercadillo muy animado, lleno de gente y vendedores de todo tipo, desde ropa a comida, pasando por antigüedades y artículos de segunda mano, las bonitas iglesias de Quiapo y Santa Cruz, y Chinatown con las tradicionales herboristerías, casas de té, incienso y tiendas de jade.

Y la zona moderna, Makaty, llena de grandes edificios repletos de oficinas, centros comerciales, restaurantes, tiendas, hoteles de lujo y gente vestida con traje y corbata, parecen vivir ajenos a la pobreza del resto de la ciudad.

Una ciudad de contrastes, donde parece imposible que tanta diversidad conviva en un mismo espacio.



TERRAZAS DE ARROZ: BANAUE y BATAD

Unos paisajes preciosos, en las montañas del norte de Filipinas, donde todas las laderas están recortadas en forma de terrazas desde hace más de 2000 años, para poder plantar arroz. Las laderas de las montañas cogen de esta manera un color verde radiante. Las terrazas de arroz de esta zona fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1995.

Banaue es el pueblo más grande de la zona, donde llegan los autobuses desde Manila. Aún así, es un pueblo pequeño, con una calle principal donde están la mayoría de alojamientos, una pequeña plaza que sirve de improvisada estación de autobuses, un mercado de comida, y un puente colgante que permite cruzar el acantilado que divide el pueblo en dos. En Batad es posible hacer excursiones entre los arrozales y visitar los pueblos de los alrededores, y ver como la gente todavía vive en cabañas y a veces sin electricidad. La gente local siempre se ofrece para hacer de guía, y suelen cobrar PhP800 por excursión (¡no por persona!). Es muy recomendable ya que te llevan durante unas 3-4h por caminos y pasos privados que difícilmente encontrarías yendo solo.

Batad, no está muy lejos de Banaue, a unos 12km por un camino sin asfaltar.

“Nos habían informado que cada día salía a las 15h desde el centro de Banaue un jeepney hacia Batad. Llegamos a la plaza del pueblo una hora antes de lo previsto y nos informan que el jeepney a Batad ya ha salido porque ya estaba lleno. Preguntamos como podíamos llegar, y nos dicen que nos subamos a otro jeepney que nos dejará en un cruce de caminos, desde donde deberemos subir 4km y luego bajar otros 2 hasta el pueblo. Nos hacemos un hueco en el techo del jeepney, repleto de filipinos, verduras, bebidas y alguna gallina. Tardamos 1h en recorrer los 12km hasta el desvío, después de tropecientas paradas en cada pueblecito o casa para descargar gente o mercancía, e incluso para llenar cubos de agua por el camino. En una de esas paradas, apareció un vendedor ambulante de helados de coco realmente exquisitos y muy refrescantes, por solo PhP5 (0,08 €).”



El viaje es pesado y lento, aunque el paisaje, sobretodo desde lo alto del jeepney, hace que el viaje valga sin duda la pena, ya que te permite disfrutar tranquilamente de la belleza del paisaje. También se puede llegar en Autorickshaw o mini-van hasta Batad Saddle, pero tendrás que pagar mucho más y te perderás la experiencia de compartir el viaje con la gente local, los intentos de conversación y las miradas curiosas, mientras escupen un líquido espeso rojizo al tiempo que mastican nuez de betel envuelta en hoja de betel junto con cal y que les deja la boca y los dientes de un color rojizo bastante repugnante. Este vicio, como el tabaco, es muy común en casi todas las zonas de Asia, muchísimas personas; jóvenes y ancianos, mujeres y señores, mastican nuez de betel, dejando el suelo y las calles llenas de manchas rojas.

“Finalmente llegamos a Batad Junction, y nos indican que tenemos que ir para arriba. Levantamos la cabeza y señalamos con el dedo hacía donde nos indican.

‘No, no, mas arriba’ nos dicen

‘To Battad Saddle’ grita otro del jeepney

Con los 12 y 18kgs de mochila encima era para morirse….por suerte, después de que se fuese el jeepney, apreció una furgoneta que iba a lo alto de la montaña a recoger a unos turistas, y nos ofreció subirnos a cambio de algunos pesos… tardamos 30 minutos en furgoneta….¡¡ni pensar lo que habría sido subir caminando los 800m de desnivel!! Al llegar arriba, solo quedaban 2km de bajada ya que lo único que hay hasta el pueblo de Batad es un proyecto de carretera. Fue increíble ver como los chavales del pueblo bajaban a la carrera cargados de mercancía; bebidas, fruta y verduras. Nos dijeron que podían llegar a transportar hasta 50kgs, ¡¡alucinante!!

La llegada a Batad fue espectacular. Toda la colina ocupada por terrazas de arroz recién plantadas y todas verde radiante. El hostal que cogimos tenia una terraza con unas vistas brutales, ideal para lectura, descanso o ensimismarte con el paisaje!! La habitación nos costo 300PHP (menos de 5e). Lo malo es que al estar el pueblo tan aislado, todo lo demás era mucho mas caro; el agua valía 3 veces que lo que costaba en Banaue, es decir, lo mismo que una botella en BCN, te cobraban el papel de W.C., e incluso por utilizar los enchufes!! Al día siguiente hicimos una excursión por las terrazas hasta una cascada muy bonita. Nos pasamos el día entero caminando entre arrozales y bañándonos en la cascada. Para comer sólo nos habíamos llevado una lata de atún y algo de pan, ya que pensábamos encontrar alguna tienda por el camino, pero por suerte una señora filipina muy amable nos invito a un platazo de arroz. Por la tarde de vuelta, subimos hasta lo alto de las terrazas para seguir disparando fotos y quedarnos boquiabiertos con las vistas. Por la tarde-noche disfrutamos de la terraza del hostal.

Al día siguiente madrugamos ya que a las 9a.m. debíamos estar en lo alto de la montaña, en Batad Saddle, para coger el único jeepney del día que hacía el recorrido hasta Banaue.”



Es importante planear el viaje para una época en que los arrozales ya estén plantados. Nosotros fuimos a finales de marzo, y aunque todavía estaban plantando algunos campos, el paisaje era una maravilla.



Desde Batad, se pueden hacer varias excursiones a pueblos cercanos a través de las terrazas, además de la excursión a la cascada, por lo que recomendamos quedarse a pasar como mínimo un par de noches.



LAS PLAYAS: CORON y EL NIDO

Filipinas tiene más de 7.000 islas, con un sinfín de propuestas turísticas. Nosotros estuvimos en Corón, en la isla de Busuanga (no confundir con la isla de Corón, que se encuentra justo al sur de Busuanga, delante del pequeño pueblo de Corón) y en El Nido, en la isla de Palawan.

Corón, en la isla de Busuanga, tiene un pequeño aeropuerto, donde aterrizan vuelos desde Manila por unos 20€ el trayecto. Las vistas de parte del archipiélago desde el avión son preciosas. Al llegar al aeropuerto, hay varios jeepneys y agencias que te esperan para llevarte hasta el pueblo de Corón por unos 150PhP pp, donde hay muchos hostales, algunos a pie de mar y otros en el interior del pueblo, entre 500 y 1000 PhP, los más baratos.

La isla está muy poco desarrollada, y sólo hay un par de carreteras sin asfaltar en la mayoría de tramos, que cruzan la isla. Corón, es un pequeño pueblo de pescadores que sirve de base para muchos submarinistas, ya que cerca hay lugares muy interesantes y varios buques hundidos de la I Guerra Mundial. Aunque el submarinismo es el principal motivo turístico, también se puede explorar la isla en moto hasta playas desérticas, disfrutar de los baños termales naturales al sur del pueblo, hacer excursiones a las islas cercanas así como visitar algunos pueblos cercanos a Corón, donde vive la gente local en casas de madera y paja.

“Alquilamos una moto (500PhP) y recorrimos la isla hacia el norte hasta una playa paradisíaca. Moverse por la isla era una odisea; 2h en moto para recorrer 60Km. por camino de tierra, más otras 2h de vuelta. Una especie de tortura, que compensamos con las vistas y la playa. Por el camino vimos Resorts ocultos entre la costa que eran autenticas maravillas. El segundo día fuimos caminando, 2h, en la otra dirección hasta una playa, menos paradisíaca que la anterior, pero totalmente perdida. Pensábamos que por el camino encontraríamos algún sitio para comprar comida, por lo que sólo nos habíamos llevado agua. Hacia el mediodía estábamos muertos de hambre. Por suerte, cerca de la playa, había unos obreros montando un generador que habían hecho una hoguera para preparase la comida. Fui a preguntarles donde podía conseguir algo de comida, y me dijeron que el pueblo mas cercano estaba a 45min caminando, mientra en el fuego acaban de hervir arroz. El hombre, muy simpático, se apiado de nosotros y nos invito a un plato lleno de arroz y a una sopa de fideos. Cuando llegue a la playa con los dos plato y una sonrisa de oreja a oreja, Alicia no se lo podía creer!! Tercera vez que nos invitaban a comer en Filipinas!! Por la tarde, al volver hacia Corón, nos paramos a bañarnos en unos Hot Springs naturales a pesar del calor que hacía.

Aunque si lo que buscas son playas paradisíacas, de arena blanca y agua cristalina, tu destino es El Nido, en la isla de Palawan, al sur de Busuanga.



Desde Corón, se puede llegar a El Nido en barco. Varias compañías ofrecen el servicio por unos 35€-40€, en unos barcos relativamente pequeños (12-16 pasajeros aprox), de madera y tipo catamarán, tardando entre 6 y 7h. El trayecto es una auténtica maravilla, ya que navegas entre islas totalmente desérticas y paradisíacas, de arena blanca, un par de palmeras y rodeadas de agua verde turquesa. (Imprescindible llevar comida para el trayecto). La población de El Nido está situada en un enclave precioso, la bahía está rodeada de pequeños islotes y el pueblo está justo debajo de un impresionante acantilado. Las calles son de arena, la playa de fina arena blanca y el agua verde turquesa. Todas las agencias turísticas del pueblo ofrecen 4 tours en barco: A, B, C y D (entre 500 y 700PhP) que incluyen visitas a distintos lugares de interés por los alrededores de la bahía, oportunidad de bucear, y generalmente una barbacoa en alguna playa de alguna isla. El más recomendable es el C, tanto por precio, como por los lugares que se visitan.

“el tour C nos llevó navegando entre islas, visitando playas increíbles, bañándonos en "lagoons" de agua turquesa y buceando por la barrera de coral. Debido a que el mar estaba un poco revuelto, no pudimos entrar a Secret Beach, una playa escondida a la que sólo se puede acceder nadando-buceando, por un agujero en la pared de una roca. Comimos sentados en unos troncos en una playa paradisíaca, una barbacoa de pescado fresco que nos prepararon en la misma playa”.



Otros lugares de interés en Filipinas;

- Chocolate Hills, en Bohol

- Nadar con ballenas en Donsol, al sur de Luzón.